martes, 5 de septiembre de 2017

Una mujer desposeída


Muchas vidas cambiaron para siempre cuando el subcontinente indio fue oficialmente separado en dos países: India y Pakistán. Una viuda de trece años que encara el futuro cuando su marido es dado por muerto; una madre primeriza retenida en el lado equivocado de la frontera; una criada ambiciosa que seduce tanto a su señor como a su señora; una joven prostituta que planifica en silencio su venganza... Atrapadas en un mundo de fronteras movedizas exóticamente lejano pero a la vez peligrosamente parecido al nuestro, las vidas de los personajes de estos doce relatos se entrecruzan bajo la mirada profunda, irónica y perturbadora de Shobha Rao, que sigue las huellas de grandes cuentistas como Lucia Berlin o Jhumpa Lahiri.


Un poco de Historia (vergonzosa y vergonzante): en 1947, el ocaso del Imperio Británico desembocó en la formación de dos nuevos estados soberanos, la India y Pakistán, la primera un gobierno laico con mayoría hindú y la segunda, una república islámica con mayoría musulmana. Es lo que se conoce como la Partición. La frontera entre los dos países (la Línea Radcliffe) se hizo con tantas prisas que muchas personas, por sus creencias, por su religión, quedaron atrapadas en el lado equivocado. Un solo dato (vergonzoso, vergonzante): en esos años, fueron raptadas –y por ende, violadas, humilladas, vejadas– 50.000 mujeres musulmanas en la India y 33.000 indias en Pakistán. Muchas de estas mujeres eran después devueltas a sus hogares, pero nadie las acogía porque estaban mancilladas. Otros eran asesinadas. La India reguló el regreso de estas mujeres con la Ley de Recuperación y Restitución de Personas Secuestradas. Éste es el terrible escenario de Una mujer desposeída, una de las últimas apuestas de la editorial Alfaguara, escrito por la escritora Shobha Rao: una colección de relatos que nace de la intención de hacer un poco de justicia a estas mujeres, de reconocer y conocer sus martirios, de hacer que el lector se abochorne de la brutalidad de la que, a veces, es capaz el ser humano.
            Lo dice la propia autora, de origen indio aunque criada en Estados Unidos: éste es uno de los acontecimientos más ignominiosos (más inmorales, más despreciables) de la historia de su país. Y yo añado que de la historia reciente de la Humanidad. Qué fríos son los números -50.000, 33.000, como si esas cifran no dijeran nada, no conmovieran a nadie-. Pues para quitarles esta distancia, Shobha Rao le pone voz, cuerpo y sentimientos a algunas de estas mujeres que, a uno u otro lado de Línea Radcliffe, se enfrentaron a situaciones terribles, vivieron el horror en su piel, se vieron obligadas a tomar decisiones extremas. Todos los cuentos están ambientados en esta época y bajo esta circunstancia, y todos están protagonizados por mujeres listas, valientes y menospreciadas. En las palabras de la narradora están la impotencia y la vulnerabilidad, las ganas de supervivencia y las ganas de rendirse, la amenaza constante, el peligro por todos lados, como si nos dijera qué difícil es ser mujer a veces. Por ejemplo, conocemos a la que se casó con trece años y pensó que se había quedado viuda a los quince (por desgracia, no); la que quería ser un hombre, la que vendía su cuerpo por dinero o la que no podía ni siquiera estar enamorada. Y como denominador común, la desgracia íntima, el naufragio exterior e interior.
            Se nota que a Shobha Rao le duele el tema y le duelen sus protagonistas, por eso lo escribe todo con una delicadeza indiscutible. Su voz, como un susurro, va dejándonos muestras del horror, de la barbarie, de la indefensión. Su voz no necesita gritos para contar, para trasladarnos el infinito dolor de estas mujeres. Ojo a su prosa: exquisita y precisa, con un gusto por los detalles, por los pequeños gestos, por los colores vivos y los cuerpos bellos. Sus cuentos manejan muy bien la elipsis: la autora sabe cortar, como si fuera igual de importante lo que se dice que lo se calla. Ella sabe cogernos de la mano y hacer que la acompañemos en esa dura travesía. Es la verdad, no imagino mejor portavoz para estas mujeres que Shobha Rao.
            La mujer desposeída es un aullido, una herida abierta, una caída de rodillas. Shobha Rao, que recuerda a mi admirada Jhumpa Lahiri, cuenta la historia de estas mujeres para restablecerles algo de la dignidad robada, para que esa pérdida no quede en nada, en el olvido. ¿Y si contarlo pudiera devolverles algo a estas mujeres desposeídas? ¿Y si pudiéramos hacerles justicia de alguna forma? Posiblemente no, pero estos cuentos sirven de denuncia, de zarandeo de conciencias, de un tremendo mazazo: “¿De verdad el mundo es así, de verdad pasaron estas cosas? Pues sí y la literatura hace que los números no sean sólo números. La literatura, a veces, duele, escuece. Y después, cura. 

1 comentario:

  1. Grandísima reseña. Me descubres a la autora y me apunto bien el título de esta novela, que me dejas con muchas ganas.
    Besotes!!!

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