Un joven descubre el cadáver de una chica debajo de una gruesa capa de hielo en un parque del sur de Londres. La detective Erika Foster será la encargada de dirigir la investigación del caso, mientras lucha contra sus propios demonios personales. Cuando Erika comienza a indagar en el pasado de la víctima, todo parece apuntar que su asesinato está conectado con el homicidio de otras tres mujeres que han sido encontradas con signos de estrangulación, las manos atadas y, sospechosamente, también bajo las aguas congeladas de otros lagos en Londres. Poco a poco, Erika se aproxima a la verdad, sin sospechar que el asesino quizá también la observa y se acerca cada vez más a ella.
Esto
de las lecturas de verano parece incluso un nuevo género: libros
que se leen en la piscina o en la playa, compatibles con el sudor y con esa
pereza de los días calurosos, que nos hagan mejores (o más interesantes) las
vacaciones. Y por cierto, esta etiqueta no tiene por qué ser negativa. Yo
he descubierto buenas obras o me he entretenido muchísimo con algunos libros
que he leído en julio o agosto. Te veré
bajo la nieve, de la editorial Roca y escrita por Robert Bryndza, podría incluirse
en este grupo por varias razones: porque viene precedida de un éxito rotundo –número
1 en Amazon, un millón de ejemplares vendidos y traducido a 24 idiomas-, porque
es un thriller al uso, porque es fácil, fluido y porque nos habla de nieve, de
frío y de heladas, y eso se agradece con estas temperaturas. Esta novela nos lleva
hasta el asesinato, en los suburbios londinenses, de la hija de un político muy
importante y con ciertos negocios turbios. Así es la primera escena: ella va
andando con una cogorza de no te menees,
de noche, por un sitio oscuro cuando ve a alguien conocido y... eso es lo
último que sabemos de ella. Una inspectora de policía en la que nadie confía demasiado
y con unos métodos poco ortodoxos es la que se hace cargo de caso y la que
parece que lo lía todo en vez de resolverlo. Pues ya tenemos la ecuación
perfecta.
Suele
ser típico de algunas novelas que apuntan alto, como ésta, que el malo/el
enemigo/el asesino sea algo más grande que la policía, que la justicia o que
cualquier plebeyo. Algo así como el sistema, como la mano invisible de las altas esferas. Porque sí, porque hay intereses ocultos que tienen que ver
con la política, el dinero y el éxito y que justifican cualquier muerte. Por
esta línea va Te veré bajo el hielo
y, ojo, no es un espoiler. Sabemos desde el principio que la víctima es la hija
de un controvertido político de la cámara de los Lores y que todo en la
investigación es farragoso, oscuro, misterioso, algo parecido a andar tras una
tormenta de nieve, hundiéndonos hasta la rodilla en cada paso. Es terrible tener
que enfrentarse a un asesino, pero es más terrible todavía que el asesino esté
relacionado con esos grupos de poder que controlan el mundo. El autor, Robert
Bryndza, se mete en la alta sociedad para destapar sus miserias y para intentar
averiguar quién querría matar a una jovencita que, además de rica, era guapa,
libre y atrevida.
El
autor sabe muy bien cuál es la estructura que funciona en estos casos:
capítulos cortos, rápidos, que van al grano; mucho diálogo –lo que le da
apariencia cinematográfica-, mucho conflicto y mucho peligro, personajes
llevados al límites –que se llevan la mitad de la novela diciendo palabrotas–,
giros de guion inesperados y una protagonista tan valiente como temeraria. El
truco está en no darle al lector la oportunidad de que abandone el libro. El
estilo es llano, casi transparente. No le pedimos a un thriller así nada
poético, ningún alarde estilístico. Es muy convincente ese ambiente nevado, de
los bajos fondos de Londres y de los bajos fondos humanos porque en esta novela
hay sangre, mentiras, venganza y también sexo. El autor no se corta, lo muestra
todo.
Te veré bajo la nieve habla de los peligros del
invierno, de las malas compañías y del poder del dinero. Todo parece de peligroso e inquietante en esta novela, todo parece frío como el hielo. Además, nos
enseña que la vida de los ricos también está llena de secretos, de dobleces y
de odios; y ahí quizás resida el éxito: la glamourosa vida de la alta sociedad
llena de fango. Si quieren refrescarse, si quieren recibir un soplo de aire
helado, lean esta novela, que es parecido a pasarse un hielo por el escote. Ah,
y nos queda inspectora para rato porque ya han anunciado que ésta es sólo la
primera entrega de una serie de casos resueltos por esta mujer.
Supongo que si cayera en mis manos la leería y me gustaría, pero llevo tantas novelas de este tipo leídas últimamente que tampoco voy a correr a por ella.
ResponderEliminarBesos.